Más de 10 millones de alumnos sin clase

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recomendó el jueves la suspensión de todas las clases en España, desde la guardería hasta la universidad, para ralentizar el ritmo “demasiado veloz” de propagación del coronavirus. La recomendación de Sánchez fue asumida a lo largo del día por la mayor parte de las comunidades autónomas. Algunas, como el País Vasco, Galicia y Cataluña lo anunciaron poco antes de que el jefe del Ejecutivo compareciera por videoconferencia tras el Consejo de Ministros de carácter extraordinario. La medida ya estaba en vigor en Madrid, La Rioja y algunos municipios vascos y catalanes. España sigue así el camino de las decisiones drásticas para frenar la crisis sanitaria que han tomado otros países, como China e Italia.

Sánchez anunció la flexibilización de la normativa educativa para que las autonomías puedan “ajustar el límite mínimo de los días lectivos” y planificar el desarrollo del curso con actividades no presenciales. “Se van a adaptar los calendarios de acceso y matrícula a la universidad y a Formación Profesional y se pondrá a disposición de las comunidades recursos digitales para facilitar la educación a distancia”, añadió el presidente. Hasta el jueves, la medida afectaba a poco más de 1,5 millones de estudiantes. El llamamiento de Sánchez, que se espera que acabe asumiendo el conjunto de las comunidades, afecta a 10,3 millones de alumnos. De ellos, nueve cursan enseñanzas no universitarias y 1,3 estudios académicos.

CATALUÑA y NAVARRA suspenden su actividad docente por el CORONAVIRUS

La recomendación de Sánchez fue recibida, en general, con cierre de filas por las comunidades autónomas. Aunque el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, mostró su malestar por el hecho de que el Gobierno no hubiera consensuado la medida con ellas, que son las que deben aplicarla. En esta autonomía y en Andalucía, a diferencia de Madrid, los docentes no tendrán que acudir a los centros educativos. Otros territorios, como Aragón, adelantaron que mantendrán el cierre “hasta que los rigores de la epidemia sean superados”. También los sindicatos expresaron su apoyo. Francisco García, secretario de Educación de CC OO, calificó la decisión de “inobjetable”.

¿Cómo va a afectar la decisión a los alumnos? “Dos semanas sin escuela presencial va a ser perjudicial. Y la situación va a hacer más visibles los déficits del sistema, como la formación del profesorado en las nuevas herramientas digitales. Pero aunque no todas las escuelas sean iguales, en este terreno se ha ido avanzando y la escuela ha demostrado tener capacidad de resilencia”, afirmó Miquel Martínez, catedrático de Pedagogía de la Universidad de Barcelona. A partir de quinto de Primaria, señala Martínez, las plataformas virtuales y recursos más elementales como el correo electrónico deberían poder ayudar a los alumnos a mantener el ritmo de aprendizaje. Y cuanto más mayores sean, más facilidad tendrán para ello, aunque no en todos los casos. “Hay materias universitarias que tienen una vertiente práctica que no puede ser virtual. Desde el trabajo en laboratorio en carreras de Ciencias a las prácticas de Educación. Y también se notará mucho en buena parte de los estudios de Formación Profesional”, señala.

A final de Primaria, prosigue Domínguez, las clases ya tienen cierta experiencia en el manejo de aplicaciones informáticas y eso ahora será útil. “Pero yo por ejemplo trabajo en una escuela con un alto porcentaje de alumnado de procedencia socioeconómica baja y tenemos un grupo importante que no tiene un ordenador en casa. En el aula las trabajan porque tenemos tablets, pero estando en casa con todos no lo vamos a poder garantizar. Y, por otra parte, los que más tienen estos dispositivos en su hogar suelen ser los que menos necesitan el refuerzo, porque ya están estimulados por su entorno familiar”.

En los institutos preocupa segundo de Bachillerato. “Los temarios son los que son y al final de curso hay que hacer la selectividad. Yo creo que tendrán que retrasarla o buscar otra solución”, señala Marián González, directora de un instituto en San Sebastián de los Reyes (Madrid).

Los padres, mientras tanto, tratan de organizarse allí donde el cierre escolar se ha materializado, como en Madrid. “Es muy difícil que entiendan que esto no son vacaciones, que tienen que estar en casa y salir lo mínimo”, cuenta Laura, madrileña, que teletrabaja en casa con su marido y tiene tres hijos de seis, ocho y once años. “La tutora solo nos ha enviado una notificación con datos de la resolución oficial que dice que intentemos que sigan el horario escolar, de 9 a 12.30 y de 14.30 a 16 horas… es imposible”. Mientras esperan que les envíen tareas, hoy va a sentarse con ellos para establecer en una cartulina un plan de trabajo.

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aLos padres, mientras tanto, tratan de organizarse allí donde el cierre escolar se ha materializado, como en Madrid. “Es muy difícil que entiendan que esto no son vacaciones, que tienen que estar en casa y salir lo mínimo”, cuenta Laura, madrileña, que teletrabaja en casa con su marido y tiene tres hijos de seis, ocho y once años. “La tutora solo nos henviado una notificación con datos de la resolución oficial que dice que intentemos que sigan el horario escolar, de 9 a 12.30 y de 14.30 a 16 horas… es imposible”. Mientras esperan que les envíen tareas, hoy va a sentarse con ellos para establecer en una cartulina un plan de trabajo.jo.o..